Invertir en pisos embargados puede ser una excelente oportunidad para adquirir una propiedad a un precio muy por debajo del valor de mercado. Sin embargo, este tipo de inversión requiere conocimiento, paciencia y una buena estrategia para evitar riesgos innecesarios.
En este artículo, podrás encontrar todo lo que necesitas saber sobre cómo invertir en pisos embargados en 2025, desde qué son exactamente, cuáles son sus ventajas, dónde encontrarlos y cuáles son los pasos para comprarlos, hasta los riesgos y aspectos legales que debes considerar.
Un piso embargado es una propiedad que ha sido retenida por una entidad financiera o judicial debido al impago de deudas por parte del propietario original. Estos inmuebles suelen ser vendidos en subastas públicas o directamente por bancos y fondos de inversión a precios reducidos para recuperar parte del dinero adeudado.
Los embargos pueden ser judiciales o extrajudiciales. En ambos casos, el objetivo es liquidar el activo para cubrir la deuda pendiente.
Te puede interesar: cómo funciona una subasta de inmueble.
Uno de los mayores atractivos de los pisos embargados es su precio, que puede ser entre un 30 y un 50% más económico que una propiedad similar en el mercado tradicional. Esto se debe a que bancos y entidades judiciales buscan una venta rápida para recuperar fondos, lo que permite a los inversores acceder a oportunidades con un alto margen de beneficio.
Además, en subastas judiciales, el precio de salida suele fijarse en un 50 a 70% del valor de tasación.
Al comprar a bajo costo, los inversores pueden obtener mayores rendimientos al vender o alquilar la propiedad en el futuro. En muchos casos, la revalorización en zonas estratégicas puede superar el 10 a 15% anual, especialmente en ciudades con alta demanda como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga.
También son ideales para el alquiler, ya que, con una inversión inicial menor, el retorno de la renta (ROI) puede ser más alto que en propiedades convencionales.
Los bancos, administraciones públicas y fondos de inversión suelen tener un amplio catálogo de pisos embargados en diferentes ubicaciones y condiciones. Desde apartamentos en el centro de grandes ciudades hasta chalets en zonas residenciales, la oferta es diversa y permite elegir según la estrategia de inversión preferida.
En ocasiones, se pueden encontrar propiedades en zonas privilegiadas a precios muy competitivos. Por ejemplo, es posible adquirir un piso en el centro de Barcelona o cerca de la playa en la Costa del Sol con descuentos significativos respecto al mercado libre.
Aunque las subastas pueden ser competitivas, muchos compradores se abstienen por desconocimiento o miedo a los riesgos. Esto permite a los inversores bien informados encontrar oportunidades con menos presión que en el mercado privado.
Cuando un banco tiene un piso embargado en su cartera, a menudo está dispuesto a negociar condiciones flexibles, como descuentos adicionales, financiación especial o incluso la aceptación de dación en pago en algunos casos.
Un embargo es una medida judicial o extrajudicial por la que se retiene un bien (en este caso, un piso) para garantizar el pago de una deuda. Puede ser ordenado por un juez (embargo judicial) o directamente por un banco (embargo extrajudicial). Su objetivo es asegurar que el acreedor pueda recuperar el dinero adeudado y, tras el embargo, el piso puede venderse directamente por el banco o ir a subasta.
La subasta es el proceso de venta pública donde los interesados pujan por el inmueble embarga. La subasta judicial, organizada por un juzgado, con un precio de salida bajo (a veces el 50 a 60% del valor de mercado). La subasta bancaria es gestionada por entidades financieras, con condiciones más flexibles que las judiciales.
Sus ventajas son que tiene precios iniciales muy bajos y brinda la oportunidad de adquirir propiedades únicas. Pero requiere depósito previo (generalmente el 20 al 30% del precio de salida), e implica una mayor competencia en inmuebles atractivos.
Si buscas el mejor precio, las subastas judiciales suelen ofrecer mayores descuentos, pero requieren más trámites. Si prefieres menos complicaciones, la compra directa a bancos o fondos de inversión suele ser más ágil.
Se deben revisar portales especializados (como Idealista, Housfy, Pisos.com), consultar los listados de bancos (BBVA, Santander, CaixaBank, Sareb) y explorar las subastas judiciales (BOE, Todossubastas).
Se debe solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad para confirmar que no hay cargas ocultas (hipotecas, embargos secundarios, deudas de comunidad), y revisar si hay ocupantes ilegales, ya que desalojarlos puede ser costoso.
Contratar a un abogado especializado en derecho inmobiliario es útil para evitar sorpresas legales, y un tasador profesional puede ayudar a evaluar el valor real del piso.
Si es una subasta, se debe depositar el porcentaje requerido (suele ser un 20 a 30% del precio de salida), asistir a la puja y mantener un límite de gasto claro.
Si es venta directa con banco, hay que negociar el precio y las condiciones de pago.
Se firma la escritura pública ante notario, se pagan los impuestos correspondientes (ITP o IVA, plusvalía municipal), y se registra la propiedad a tu nombre en el Registro de la Propiedad.
Si está en mal estado, se deben planificar las reformas necesarias. Si se va a alquilar, se debe contratar un seguro de hogar y preparar un contrato de arrendamiento.
Te puede interesar: nuda propiedad.
Cualquier persona física o jurídica puede comprar un piso embargado, sin restricciones legales. Sin embargo, hay algunos requisitos según el tipo de compra.
En las subastas judiciales se exige un depósito previo (normalmente entre el 20 y 30% del precio de salida). En algunos casos, se requiere pago al contado.
En la compra directa con bancos, algunas entidades permiten financiación, pero suelen preferir compradores con liquidez.
El perfil común de compradores son inversores particulares que buscan rentabilidad a medio-largo plazo, los fondos de inversión y SOCIMIs que adquieren carteras enteras de pisos embargados, y las empresas de rehabilitación que compran, reforman y revenden.
En portales especializados como Housfy, Idealista, Pisos.com, en bancos y fondos de inversión como Santander, BBVA, Sareb (Banco Malo), en subastas judiciales como páginas como Subastas BOE, Todossubastas, o en agencias inmobiliarias con departamento de embargos.
Muchos pisos embargados llevan años abandonados y necesitan reformas costosas (humedades, instalaciones obsoletas, etc.). En algunos casos, los anteriores propietarios han causado daños intencionados.
Si el piso está ocupado, el desahucio puede ser lento y caro (entre 6 meses y 2 años). Algunas comunidades autónomas incluso tienen leyes que protegen a los ocupantes.
Los bancos suelen exigir pago al contado o financiación con condiciones estrictas., y en subastas judiciales, no suele ser posible pedir una hipoteca tradicional.
En zonas muy demandadas, los precios pueden dispararse en la puja, y los fondos de inversión y profesionales suelen tener más recursos para competir.
Deudas pendientes de la comunidad de propietarios, o errores en la documentación que retrasan la compra.
Se debe analizar el barrio, la demanda de alquiler y la posible revalorización, y comparar con otras propiedades similares en la zona.
Se debe revisa real estado real del piso y hablar con los vecinos para detectar posibles problemas como ruidos, humedades, o conflictos.
Tener en cuenta impuestos (ITP/IVA, plusvalía), reformas, gastos de comunidad y seguros.
Se debe contar con un abogado especializado en embargos, tasador y arquitecto (si necesitas reformas).
Se debe esperar la oportunidad perfecta; no todas las gangas son buenos negocios, y es necesario establecer un presupuesto máximo y no superarlo en subastas.
Si el piso está muy deteriorado o ocupado, evalúa si merece la pena el esfuerzo.
Puedes consultar el Registro de la Propiedad o pedir una nota simple.
Depende de la ubicación y estado, pero suelen estar entre un 30 y un 60% más baratos que el mercado.
Algunos bancos ofrecen financiación, pero es más común pagar al contado.
Puedes iniciar un desahucio, pero el proceso puede ser largo y costoso.
El ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales) o IVA (si es vivienda nueva), y la plusvalía municipal (si aplica).
Sí, siempre que se verifique su legalidad y estado.
El futuro de la inversión inmobiliaria está aquí, y comienza con solo 200 €. Domoblock utiliza la tokenización de inmuebles y el crowdfunding inmobiliario para que puedas invertir en propiedades.Tanto si estás dando tus primeros pasos como inversor como si ya conoces el sector, esta plataforma es una forma ágil y rentable de diversificar tu portafolio.
Respaldado por tecnología blockchain y un equipo especializado, cada proyecto es transparente, seguro y 100 % digital. Tú aportas el capital, Domoblock lo convierte en rentabilidad.
Domoblock cuenta con diferentes proyectos de inversión inmobiliaria en Madrid, inversión inmobiliaria Alicante, inversión inmobiliaria Zaragoza e inversión inmobiliaria Valencia. ¡Échale un vistazo!
Domoblock convierte el mercado inmobiliario en una oportunidad accesible para todos. ¡Empieza ya!
Invertir en pisos embargados puede ser muy rentable si se hace con precaución. Aprovechar las oportunidades del mercado en 2025 requiere investigación, asesoramiento profesional y una estrategia clara. Si buscas una propiedad económica con alto potencial de revalorización, los pisos embargados son una excelente opción.
Financiado:
100%
315.546,00 €
Objetivo:
315.546,00 €