La Tasa Interna de Retorno (TIR) es un concepto destacado en el ámbito de las finanzas. De acuerdo al Banco de España, el 60% de las organizaciones suelen utilizar este indicador como criterio para estudiar las inversiones.
Con la evolución de las condiciones económicas globales, es menester comprender el cálculo de esta métrica. Sobre todo, en un entorno en el que se anticipan tasas de interés fluctuantes que pueden influir en el rendimiento de los proyectos.
La Tasa Interna de Retorno consiste en un indicador usado para realizar análisis con el objetivo de conocer si determinadas inversiones son rentables o no. Por esta razón, cuando se calcula, los inversores son capaces de saber si un proyecto va a generar suficiente ingreso como para justificar el costo inicial.
En términos generales, mientras más alto sea el valor de este estándar, más deseable va a ser invertir en ese proyecto en cuestión. Y, otro aspecto a considerar, es que se trata de una métrica uniforme para diversas inversiones.
La TIR es una métrica útil para diversos propósitos. Por ejemplo, entre los más comunes y populares se encuentran los siguientes:
Se trata de comparar cuán rentables pueden ser las nuevas operaciones respecto a la expansión de las ya existentes. De esta manera, cualquier empresa puede utilizar la TIR para plantearse si es rentable abrir una nueva sucursal, renovar o expandir la que ya existe.
Esta métrica también es buena para poder tomar decisiones más responsables a nivel de finanzas. Por ejemplo, si como empresario deseas adquirir una póliza de seguro, tienes la oportunidad de evaluar diferentes opciones. Al respecto, las que resulten con una tasa porcentual más alta serían las más deseables.
Como la TIR sirve para analizar datos en el entorno de las finanzas, puedes usarlo para saber si es más rentable recomprar las acciones de la organización o, en cambio, adquirir otras empresas o crear otros puntos de venta.
La TIR también se puede utilizar para esta actividad. Eso sí, en ese caso, el rendimiento anunciado va a considerar que los pagos de dividendos en efectivo se vuelven a reinvertir en el mismo proyecto. Ahora bien, si esta última acción no es la que deseas, tienes que utilizar otros instrumentos complementarios, como las anualidades, para tomar una mejor decisión.
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Existen claras diferencias entre las métricas TIR, TAE y ROI. Por eso, aquí se exponen en un cuadro comparativo para que lo puedas analizar de manera más clara y precisa. Veamos:
Valor del capital en el tiempo: Toma en cuenta los posibles flujos de efectivo a futuro.
Principal utilidad: Sirve, principalmente, para comparar inversiones.
Fórmula: Considera varios factores, por ende, es más complejo de calcular.
Valor del capital en el tiempo: Considera el valor del dinero en el tiempo.
Principal utilidad: Es más adecuada para préstamos y depósitos bancarios.
Fórmula: Aunque considera algunos datos clave, no es difícil de calcular.
Valor del capital en el tiempo: No toma en cuenta el valor del capital en el tiempo.
Principal utilidad: Sirve para evaluar cuánto capital se ha ganado o perdido con relación a lo invertido.
Fórmula: Es más flexible, por ende, es más sencillo de calcular.
Para calcular la TIR debes considerar algunos puntos clave que son necesarios para que el cálculo sea el correcto. Al respecto, los más importantes son estos:
Por otro lado, es necesario que sigas el orden de la ecuación y priorices las operaciones matemáticas entre paréntesis para que el resultado sea fiable.
La fórmula de la TIR puede asustar un poco a simple vista, ya que necesita de varias variables para que la calcules. Sin embargo, una vez que la entiendes aprendes a resolver la ecuación sin mayores complicaciones:
Existen diversas formas de calcular la Tasa Interna de Retorno. Los métodos más comunes son los de prueba y error. No obstante, también puedes usar programas especiales o una calculadora de finanzas.
Excel es un software que incluye funciones integradas para la búsqueda de la TIR en relación con varias entradas de efectivo. Además de ayudar a evitar los cálculos manuales, ofrece resultados rápidos. Con los siguientes pasos, puede calcular este indicador:
Listo, una vez que realices los pasos anteriores podrás recibir el porcentaje deseado para analizar la rentabilidad a largo plazo.
Es una alternativa con la que basta ingresar las entradas de caja futuras y la inversión inicial para que la calculadora efectúe la operación de manera automática. Inclusive, a través de este método puedes obtener el Valor Actual Neto si conoces la tasa de descuento.
También tienes la posibilidad de utilizar programas de análisis financieros, como MATLAB, entre otros, que permiten realizar cálculos complejos de esta tasa de descuento. En general, sirven bastante bien para proyectos con flujos de caja variables o inciertos.
Para realizar el cálculo manual solo debes seguir algunos pasos. Aunque al principio pueden parecer complicados, en poco tiempo obtendrás el valor que necesitas para realizar tus análisis:
El cálculo manual se debe hacer a través de un proceso iterativo hasta que el valor VAN sea cero. Por eso, para esta actividad es recomendable utilizar un software especializado o herramientas como Excel para ayudarte.
Ahora bien, después de calcular la TIR es necesario que interpretes los resultados para que puedas tomar decisiones informadas. En ese caso, tienes que considerar lo siguiente:
Como puedes notar, mientras mayor es el porcentaje de la TIR, el rendimiento va a ser mejor para cualquier proyecto. Sin embargo, en todo caso, es imprescindible prestar atención al rango aceptado para cada nicho de mercado.
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La TIR es una métrica que permite estimar la rentabilidad de una inversión a largo plazo. Mientras mayor sea el porcentaje, las ganancias serán mejores. Además, este estándar también sirve para comparar las inversiones con el objetivo de saber cuál es la más óptima. Sea como fuere, se trata de una herramienta importante para cualquier compañía y no se debería pasar por alto.
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