El internet del valor supone una revolución en muchas áreas de nuestras vidas. En concreto, permite un cambio radical en el entorno de las finanzas tradicionales.
En la lectura de hoy abordaremos los «Security Tokens«, un elemento de la web 3.0 que permite optimizar una amplia gama de activos financieros gracias al ecosistema blockchain.
En este caso, la tecnología nos permite dotar a estos activos de ciertas mejoras, como una mayor liquidez, disponibilidad y flexibilidad. Es decir, los activos no mejoran en sí mismos, pero se simplifica su gestión aportando muchas ventajas a todos los actores participantes, entre ellos los inversores.
Sin embargo, la emisión y venta de estos Security Tokens no es una cuestión meramente tecnológica, ya que los actores reguladores los han calificado como activos financieros tradicionales en un intento por proteger al ciudadano inversor (y participar de los beneficios de todo este nuevo entorno).
A continuación, veremos qué son exactamente los Security Tokens, cuáles son las ventajas de utilizarlos y los requisitos regulatorios que los rodean.
Un Security Token es un criptoactivo alojado en una red blockchain que representa un activo financiero tradicional (bonos, futuros, deuda, acciones de una compañia, oro…). Pero, ¿Qué significa esto?
Para poder entender qué son los Security Tokens primero debemos entender el concepto de «Security» tradicional. Este término inglés hace referencia a activos financieros o títulos valores. Se trata, por tanto, de instrumentos financieros de inversión. Se representan en documentos legales que confirman derechos de propiedad o emisión de préstamo por parte del titular.
Un security es cualquier pagaré, acción, futuro de valores, bono, obligación, prueba de endeudamiento, certificado de interés o cualquier otro valor financiero.
Podemos encontrar diferentes tipos de securities o valores financieros: valores de deuda, valores de renta variable, valores híbridos, valores derivados, etc.
El hecho de que un activo o valor se considere como «security» depende de la jurisdicción, no habiendo criterios claramente definidos. Muchas veces no se puede definir claramente cuándo algo es una security o no, requiriendo entonces de un análisis legal. Sin embargo, es importante poder determinarlo, ya que los mercados de securities están estrictamente regulados. Para ello, generalmente se utiliza el test de Howey, que veremos con detalle en el siguiente apartado.
Pues bien, un Security Token no es más que un Security tradicional representado en una red blockchain. Podemos decir que se trata de un Security tokenizado.
Toquenizar consiste, en este contexto, en representar digitalmente en una red blockchain un valor o un derecho (un derecho de propiedad, de usufructo, de uso, de participación en una sociedad…) para poder almacenarlo, transmitirlo, intercambiarlo o incluso colaterizarlo fácilmente a través de dicha red, en mercados que permiten el acceso peer to peer (sin intermediarios).
Para poder distinguir si un determinado criptoactivo cumple con los requisitos para ser considerado como instrumento financiero (Security Token) debe aplicarse el conocido como «Test de Howey».
Se puede aplicar a cualquier contrato, plan o transacción, tanto en el mundo financiero tradicional como en el entorno cripto.
Según este test, existe un contrato de inversión siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos:
En caso de responder afirmativamente a las tres cuestiones, podremos determinar con seguridad que el token o criptoactivo que estamos tratando es un Security Token.
En España, los Security Tokens son considerados instrumentos financieros conforme al artículo 2 del texto refundido de la Ley del Mercado de Valores, y sus primeras emisiones (mercado primario) están reguladas por los artículos 33 y siguientes de la misma ley, además de respetar las directivas y reglamentos a nivel europeo.
En Europa, el reglamento MiCa regula todo tipo de criptoactivos no financieros, los cuales no estarán sometidos a la ley del mercado de valores. Permite obtener licencia para todo el mercado comunitario (europeo).
Para la regulación de los instrumentos financieros (de los Security Tokens) debemos referirnos al reciente Reglamento (UE) 2022/858 sobre un régimen piloto de infraestructuras del mercado basadas en la tecnología de registro descentralizado y por el que se modifican los Reglamentos (UE) nº 600/2014 y (UE) nº 909/2014 y la Directiva 2014/65/UE (MiFID II).
El mencionado Reglamento (UE) 2022/858 permitirá tokenizar a partir del 23 de marzo de 2023:
-Acciones de anónimas (emisores con capitalización inferior a 500 millones de euros).
-Bonos y otras formas de deuda.
-Participaciones en organismos de inversión colectiva (activos gestionados con valor superior a los 500 millones de euros).
Será posible, por tanto, tokenizar instrumentos financieros y organizar mercados en torno a ellos.
No se contempla, sin embargo, la tokenización del derecho real de activos inmobiliarios, ya que este se encuentra alojado sobre el registro de la propiedad, y para modificarlo se requiere escritura pública e inscripción en el propio registro.
Para poder tokenizar el derecho real habría que modificar previamente la regulación (en concreto la ley hipotecaria).
Por último, destacamos el reglamento eiDAS II, mediante el cual se pretende crear una identidad digital para todos los ciudadanos de la UE. Como el registro se encuentra en una blockchain de forma distribuida y se considera incorruptible, podrá ser utilizado como prueba privilegiada ante un tribunal.
Sin embargo, actualmente es solo un proyecto y el reglamento vigente en este momento es el eiDAS original, el Reglamento (UE) 910/2014.
En EEUU, por su parte, los Security Tokens están supervisados por la Comisión de Bolsa y Valores (o SEC por sus siglas en inglés), y debe respetar lo dispuesto en la Ley de Valores de 1933 como cualquier otro security.
Una vez conocido el entorno legislativo que deberá tenerse en cuenta a la hora de trabajar con un Security Token, vamos a analizar cuáles son las ventajas de utilizarlos.
La descentralización es un grado, no una dicotomía. Aunque los security tokens no son en sí mismos activos descentralizados (normalmente hay un promotor que es el responsable y emisor del activo, y es quien tiene ese tipo de obligaciones y responsabilidades con los reguladores), sí que son menos centralizados que sus homólogos tradicionales gracias a la utilización del ecosistema blockchain.
Algunas de las claves para la descentralización se basan en la eliminación de intermediarios a través de la custodia directa de los valores, la demostración inmediata de la propiedad, la capacidad para transferirlos sin un intermediario directo o la recepción de pagos directos de distribuciones a wallets.
Cuando un activo físico se representa a través de un activo digital, se genera una dependencia entre el activo físico, un intermediario y el activo digital, la cual en muchos de los casos es inevitable. Es decir, alguien tiene que mantener la vinculación entre ambos activos con el objetivo de que se haga cumplir el propósito para el cual fue creado.
Me explico, imaginemos que tenemos un security token que representa un derecho económico sobre un proyecto inmobiliario, como podemos imaginar para que el security token cumpla con su cometido (ofrecer una rentabilidad a sus poseedores), el proyecto inmobiliario que lo respalda deberá ser gestionado de forma correcta para que de este modo se obtenga un rendimiento en forma de rentabilidad. Como podéis ver, esa gestión dependerá de un "intermediario".
Sin embargo, el poseedor de este token podrá comercializarlo y custodiarlo libremente sin depender de ningún tercero.
Gracias a las ventajas expuestas algunos actores están aprovechando crear nuevos modelos de negocio basados en esta tecnología y en la emisión de Security Tokens.
Uno de los casos más interesantes para potenciar un activo tradicional se encuentra en el sector inmobiliario. Este sector, tradicionalmente sólido y rentable para los inversores, contaba con una serie de limitaciones que precisamente resuelve el uso de esta tecnología.
La agilidad para manejar el activo, la transparencia en el proceso de inversión, la mayor liquidez de este, la democratización del acceso a la inversión... son algunos elementos clave que están generando algunos casos de uso muy interesantes.
Un claro ejemplo es Domoblock, una compañía de inversiones inmobiliarias de alto standing, que emite Security Tokens de deuda sobre activos inmobiliarios.
De esta manera, cualquier persona desde 200 euros puede invertir en el sector inmobiliario de forma pasiva y hacer líquida su inversión en cualquier momento, vendiendo su participación en un mercado secundario.
El ecosistema de blockchain proporciona elementos de valor a la gestión de activos digitales mediante la estandarización de mecanismos y experiencias de uso.
El hecho de que se puedan representar las participaciones de un activo financiero (una acción, una participación en un fondo...) como un token en blockchain, significa poder aprovechar toda la infraestructura que hay alrededor y beneficiar al activo como consecuencia.
Para que todo esto sea posible, los Security Tokens deben comportarse de una manera estandarizada; y para ello es necesario que la regulación contemple la creación de una infraestructura tecnológica que permita el desarrollo de todas las ventajas mencionadas en este artículo.
En definitiva y remitiéndome a lo que dice Sergio Navarro, CEO de Domoblock " la tokenización inmobiliaria de activos permite convertir cualquier tipo de activo en un “instrumento financiero”, al convertirlo de manera potencial en un medio de intercambio de valor, fácilmente intercambiable y convertible".
¿Somos conscientes de lo que esto significa?
Os leemos en lo comentarios.
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